viernes, 2 de diciembre de 2011

Shotokan Ryu Asai Ha: Muchiken Waza II




Introducción.

Como continuación al artículo anterior aparecido en esta publicación y dedicado a “Muchiken Waza”, en esta segunda parte vamos a examinar más detalladamente el método de Asai Shihan para el entrenamiento de la movilidad articular. También ampliaremos la información referida a la aplicación de este fundamento en las técnicas de pierna, tanto en defensa como en ataque.

Jyu Jin Ho: “Suavización de los ligamentos”.

El método de flexibilización del maestro no difiere sustancialmente de otros métodos conocidos. La  principal diferencia tal vez sea que la forma de Asai Shihan no fija su objetivo principal en la mejora en la elasticidad del tejido muscular, más bien se orienta al  trabajo sobre el núcleo articular y sus elementos estructurales. En este punto, conviene recordar que la movilidad articular es una cualidad física involutiva, es decir,  nacemos con el máximo grado y a medida que transcurren los años vamos perdiendo capacidad en mayor o menor medida según una serie de factores tanto endógenos como exógenos: herencia genética, sexo, actividad deportiva, actividad cotidiana, accidentes, lesiones, etc. Por consiguiente, hablamos no  tanto de ganar flexibilidad, como de ralentizar el proceso involutivo y obtener el mejor aprovechamiento de una capacidad que ya poseemos dado que la ausencia de una movilidad adecuada y un acortamiento de los tejidos musculares acarrea serios perjuicios, entre los que, desde nuestra perspectiva de artista marciales, se sitúa la dificultad de los músculos de realizar movimientos explosivos.
Asai señalaba tres partes en su método para invertir el proceso involutivo y lograr lo que él llamaba “articulaciones suaves” que optimicen el rendimiento: 1)  Estiramiento; 2) Relajación; y 3) movimiento rotatorio.


1) Estiramiento: Obviamente, consiste en un  movimiento de extensión de los ligamentos de una articulación. La técnica de Asai no se circunscribe únicamente al plano fisiológico, además exige el desarrollo la conciencia corporal por medio de un proceso de introspección, de interiorización del movimiento hasta llegar a visualizar mentalmente los ligamentos y cómo experimentan la elongación en el transcurso del estiramiento.

2) La calma: En este paso se trata de alcanzar un estado equilibrio entre la resistencia de los tejidos a extenderse (él las llama fuerzas internas) con la fuerza que las inducen a aumentar sus límites (impulso externo). El nexo por el que se consigue este “estado de quietud” es la respiración, que ha de ser lenta, rítmica y controlada, expulsando el aire durante el estiramiento. Una vez alcanzada la posición de estiramiento, no debe contenerse ni inhibirse el ritmo respiratorio normal. Según Asai Shihan: “cuando uno estira un brazo, la exhalación, también se extiende al ligamento”. Durante esta fase del ejercicio, se debe mantener la visualizando mental de los ligamentos y tener una clara conciencia del efecto que se produce en ellos.


3) El movimiento rotatorio: Es aplicable a cualquier núcleo articular: tobillo, cintura, parte superior del cuerpo o cuello,  sobre los que giran  los segmentos. Esto permitirá a las articulaciones ganar amplitud de movimiento y reducir la posibilidad de dolor o el riesgo de lesión. 

La idea es que una vez que se alcanza un punto máximo de extensión de los ligamentos.   Se inicia un movimiento de giro sobre la articulación. Por ejemplo abriendo y cerrando, haciendo círculos y doblándose y desdoblándose, dependiendo de que la articulación se trate en cada momento. Por ejemplo, si el hombro es rígido, el golpe de puño es muy lento, y si está tenso, resta potencia en el golpe. Por lo tanto es muy importante para la técnica de brazo el entrenamiento de los ligamentos de para lograr que la articulación del hombro sea flexible, suave.



Hombro, brazo, codo, antebrazo, muñeca y mano,  cada segmento, forma parte de una cadena y como tal debe poder ser utilizado.  Esta posibilidad puede ser aplicada en cualquiera de las direcciones: hacia arriba, hacia abajo, hacia adentro, externo y lateral y todas las direcciones posibles, usted será capaz de tratar con su opositor en cualquier situación de cualquier dirección.


Acometiendo con nuestro brazo de este modo, si el adversario trata de bloquear nuestro ataque con su antebrazo, gracias a la elasticidad de los ligamentos del hombro, el nuestro se articula como si de una cadena se tratase bordeándolo para alcanzar la parte posterior de su cuello






Piernas como látigos.

Hasta ahora hemos puesto nuestra atención en la  manera de usar nuestros brazos como fustas.  Pero, del mismo modo, el método “Muchiken” es aplicable para los ataques con las piernas que  también puede ser usada como un látigo.  

En realidad esta forma no es verdaderamente novedosa. En las antiguas escuelas (koryu) las técnicas de pierna eran escasas y su ejecución era muy natural; puntapiés en los que se ponía el alma con el propósito de acabar con el rival.
Cuando el Karate evoluciona hacia una forma de budo moderno, pierde esta autenticidad y el entrenamiento, que ya no tiene por objetivo poner fuera de combate al adversario, se realiza bajo bases biomecánicas. Una de las consecuencias es que  para evitar lesiones articulares en el pateo se incide en la retracción de la pierna o efecto “snap” después del impulso. Esta manera cobra especial relevancia cuando el Karate se deportiviza y de quiere impedir causar daño al oponente. No obstante, algunos estilos de Karate y otras modalidades de combate, como el Kick Boxing, siguen realizando puntapiés de trayectoria penetrante, sin recogida de la pierna, de forma singular las patadas circulares a las que se les imprime un efecto similar al de un bate de béisbol. El fin de la técnica se determina por la pérdida de aceleración en el recorrido; cuando la resistencia vence al impulso. Se persigue el KO del contrincante y el contacto con su cuerpo elimina el efecto de hiperextensión de los ligamentos de la rodilla.

El maestro Asai fue una persona preocupada por poner en valor la dimensión marcial del Karate. Por encima de otras consideraciones, para él “sólo existe un Karate, el que vale para el combate: el Karate bu-jutsu”. Desde esta perspectiva no puede extrañarnos que el maestro se sintiera atraído por unas formas de patada mucho más próximas y aplicables al el combate real.

Por eso, su entrenamiento en este sentido sigue los mismos pasos que para los segmentos superiores, alcanzar el mayor grado de movilidad articular, de forma destacada en la unión coxo-femoral, que le permita esa “suavidad de ligamentos” con la que realizar acciones que, como látigos, alcancen y golpeen a su opositor desde cualquier ángulo. Por ejemplo la fotografía superior muestra un bloqueo de la pierna del rival con la rodilla y simultáneamente un ataque a los genitales. “Hay que adaptarse al movimiento del opositor, por lo tanto un bloqueo puede convertirse al mismo tiempo en ataque”. Dice el maestro Asai.
En esta fotografía podemos observar que la pierna no realiza simplemente un movimiento circular, los distintos segmentos que la componen son usados como el látigo chino 7 secciones.

Sobre estas premisas, Asai Sensei era también capaz de dar patadas en distancias cortas. Esto es resultado de la flexibilidad de articulaciones y técnicas suaves.

Como recapitulación, una vez más recurriré a las palabras del propio Asai Sensei: "Por favor practique con precaución estas técnicas, hágalo paso a paso hasta que usted lo domine. Usted debe dar tiempo a su cuerpo para practicar este método y aprender la técnica. Cuando usted note  que la técnica presenta múltiples fallos, entonces debe entrenar cada una de las partes por separado. Practique las partes siguiendo el orden propio de la técnica. Y luego, una vez que su cuerpo asimila y es capaz de realizar cada parte de la técnica, puede unirlas para realizar esta técnica con su máxima velocidad. Si usted trata de realizarlo con la velocidad máxima desde el principio, podría causar daño a su cuerpo, ya que usted no han permitido a su cuerpo asimilar los ángulos apropiados de los movimientos requeridos para cada uno de los pasos que constituyen esta técnica"        
Para finalizar este capítulo dedicado a “Muchiken Waza”, quiero expresar que en mi opinión estos métodos de entrenamiento son el resultado de la observación de diversos sistemas de lucha y largas y continuas sesiones de entrenamiento y experimentación personal. Estas vivencias del maestro Asai se reconocen fácilmente en katas de su creación como Seiryu, Sensho o Rantai auténticas joyas que, como en anteriores ocasiones, invito a conocer y practicar.