lunes, 27 de marzo de 2017

VII Jornada técnica de iniciación al Kick Boxing,

Se celebró satisfactoriamente la VII Jornada técnica de iniciación al Kick Boxing, que organizada por el Club Shotokan Ciudad Real, se desarrolló entre las 11,00 y las 14,00 horas del pasado sábado, día 25 de marzo, en las instalaciones del propio Club Shotokan, en la calle de Hervás y Buendía, de Ciudad Real.
Esta actividad fue impartida por el maestro Javier Fernández-Bravo, instructor de Kick Boxing y director técnico de este Club, con una dilatada experiencia como entrenador de artes marciales y deportes de combate.  

Por tratarse de una actividad de promoción, entre los participantes se encontraban personas sin ningún nivel de conocimientos previos en artes marciales, para los que la actividad suponía su primer acercamiento a los deportes de combate. Pensando particularmente en ellos, la metodología de enseñanza fue muy progresiva, desde ejercicios de asimilación y gestos muy sencillos, pasando por combinaciones de tres y cuatro elementos, hasta realizar combinaciones más complejas encadenando muy diversos golpes de puño y pierna.

El ponente reivindicó una práctica del Kick Boxing recreativa, apta para personas de cualquier edad a los que atrae este deporte, pero que cuya edad,  capacidades o intereses distan mucho de realizar combate a pleno contacto y están alejados de  competir.

A lo largo de la jornada, se procedió a realizar una exposición general de las técnicas básicas de defensa y de ataque con puño y pierna. Asimismo, se dedicó buena parte del tiempo al estudio de los fundamentos de combate, desde sombra, espejo y el trabajo de “sparring”.

Otro aspecto que quedó de manifiesto fue la valía del Kick Boxing como actividad que mejora de forma integral nuestra condición física y las capacidades coordinativas. Además de constituir una magnífica vía a través de la que compensar el sedentarismo de la vida moderna y liberar tensiones emocionales de forma sana, racional y segura. Javier Fernández-Bravo concluyó diciendo que los límites los pone cada practicante.